Un escritor gay y su enfermera psiquiátrica se acercan durante una serie de “encuentros” ordenados por el médico mientras él cuenta la historia de una amistad que se sale de control cuando recurren a un procedimiento arriesgado para sanar sus sentimientos mutuos. Lilies Not For Me, dirigida por el talentoso Will Seyfried, tuvo un debut sensacional en el Festival de Cine de Edimburgo el 16 de agosto de 2024. Esta cautivadora película, una exploración profunda de la experiencia queer a principios del siglo XX, dejó una marca indeleble en mí y en otros que tuvieron el privilegio de verla. Una historia conmovedora, excelentes actuaciones y una dirección impresionante. Desde el momento en que comienza la película, Seyfried atrae magistralmente a los espectadores al mundo de Owen, un personaje complejo y creíble cuyo viaje hacia la autoaceptación es inspirador. La narrativa de la película está bellamente tejida, representando las luchas de la experiencia queer a principios del siglo XX con una autenticidad que resuena profundamente. La capacidad del director para captar los matices de las experiencias emocionales de Owen, Philip y Charlie es sencillamente brillante, lo que demuestra su profunda percepción de la condición humana. Los actores encajan perfectamente en sus papeles y la química y la emoción son emocionantes. La fotografía es impresionante, con cada fotograma cuidadosamente compuesto para realzar la profundidad emocional de la historia. El uso de la luz natural y las paletas de colores cuidadosamente elegidas crean un telón de fondo visualmente impresionante. Una de las mayores fortalezas de la película es su guion, que equilibra momentos de intensa emoción y terror apasionante con momentos de alegría y luz. El diálogo es nítido e históricamente preciso, capturando la esencia de las interacciones humanas y los diálogos internos que a menudo tenemos con nosotros mismos. La música de la película es otro activo, que complementa perfectamente los ritmos emocionales de la narrativa. Por momentos, la historia me dejó sin aliento y mi corazón latía con fuerza. Agrega profundidad adicional a la película, haciendo que ciertas escenas sean particularmente memorables. La dirección de Will Seyfried es visionaria, guiando al público a través de la historia con una mano hábil. Su capacidad para extraer interpretaciones tan potentes de su reparto, combinada con su ojo para los detalles, lo convierten en un director al que habrá que seguir de cerca durante años. La comprensión de Seefried del ritmo garantiza que la película siga siendo interesante de principio a fin, con cada escena basándose en la anterior para crear una narrativa coherente e impactante. Lilies Aren’t for Me es un triunfo del cine moderno: apasionante, impactante, inolvidable. 10/10.